Myst (1993) (PC, Mac y ports en casi todas las consolas y dispositivos que hay en la vida)
Lamento tener que recomendar este juego, ya que durante 10 años poseyó el título de "el juego de PC mas vendido de la historia", pero por desgracia con el tiempo ha caído en popularidad. Se trata de una aventura point-and-click en primera persona ambientada en un mundo surrealista, donde las personas (que saben cómo, claro) pueden escribir libros mágicos y luego ser transportados, físicamente, al lugar descipto en el texto. Uno de estos escritores-viajeros ha encerrado a sus dos hijos en libros-prisión, ya que crée que uno de ellos ha saqueado sus mundos y quemado su biblioteca, y tu misión es descubrir cual de ellos es culpable, y cual inocente.
Una de mis cosas favoritas sobre este juego es que no controlas a ningún un personaje; en su lugar, tú (el jugador) eres el protagonista, y cuando los personajes te hablan (los hermanos atrapados en libros-prisión, interpretados por Robyn y Rand Miller, los mismos creadores del juego) se siente que te hablan a ti. La primera vez que lo jugué completo fué en un dispositivo portatil, y de verdad sentía que tenía un pequeño mundo al que podía acceder, explorar y develar sus misterios, en mi bolsillo.
Se juega mejor con lapiz y papel en mano para ir anotando las pistas que vallas encontrando por ahí, y (según yo) en períodos cortos de tiempo, ya que sentarse frente a la pantalla y recorrer sin rumbo por horas puede ser algo frustrante, y a veces a uno de repente se le ocurre una posible solución a los acertijos mientras está haciendo otra cosa.
Oh, y Sirrus es el único y verdadero amor de mi vida.
Tearaway (2013) (PS4 y PSVita)
Adoro Media Molecule, y adoro todo lo que hacen, siempre inspirado en las artes manuales, y enfocado a despertar la creatividad artistica de los jugadores. Me encanta Little Big Planet (mucho más popular, por cierto), pero aquel está más dedicado a la creación de niveles, y a jugar niveles creados por otros usuarios.
Tearaway, en cambio, es una aventura de plataformas 3d single-player con una trama bien definida. Ambientado en un mundo completamente hecho de papel, controlas a un mensajero (Iota o Atoi) que tiene una carta para ti, y tu misión es ayudarlo a hacerla llegar. Se parece a Myst en que el juego trata al jugador (el "Tú") como si fuera un personaje más de la historia, quien debe meter sus poderosas manos dentro de aquel mundo y asistir a su amiguito de papel a sortear todo tipo de peligros y obstáculos.
El juego original es para PSVita y hace uso de todos sus gadgets para romper la cuarta pared, pisotearla y prenderla fuego. Yo jugué la versión de PS4, adaptada para usar todas las funciones más pintorezcas del joystick (la pantalla tactil, el micrófono, el parlante, el giroscopio) y la cámara de Playstation Move, aunque esta última es opcional. Uno de los collectibles dentro del juego son planos de papercraft para imprimir y armar, y así traer parte del mundo de Tearaway a la vida real.
Como dato extra, cada nivel del juego tiene influencias de distintas culturas, mitos y leyendas. A pesar de que no tiene elementos puramente religiosos, es uno de los juegos más "pagan-friendly" que he jugado en mi vida, la música es preciosa, los personajes son adorables y el final me hiso llorar de emoción. Definitivamente, mi videojuego favorito N #1.
Rez (2001) (Dreamcast, PS2, y versiones en HD para Xbox 360, PS4, PC y móviles)
La super-computadora futurista Project-K fué atacada por un virus, probocando una crisis existencial en su AI (llamada Eden), quien comienza a iniciar una secuencia de autodestrucción. El protagonista, un virus-hacker, debe adentrarse en el sistema y destruir todo virus y firewall que se cruce en su camino, para reiniciar el sistema y evitar una catástrofe.
Esta es (más o menos) la historia de Rez, un rail-shooter muy al estilo "Tron", tanto en trama como en gráficos. El juego se enfoca en la sinestesia (la asociación del sonido con otros estímulos), y originalmente se vendía con un dispositivo que vibraba al ritmo de la música, añandiéndole al juego un nivel extra de sensaciones. Actualmente, en sus versiones más modernas este dispositivo ya no es necesario, pues es reemplazado por la vibración del joystick.
Si bien no es un juego rítmico, se considera un juego musical ya que por encima de su potente sountrack de música electrónica (que me introdujo al género, por allá en los tiempos de la Dreamcast), los disparos del jugador crean una suerte de melodía. Es bastante dificil, ya que consta de pocos niveles y cada uno debe completarse de una sola vez, sin checkpoints, pero supongo que eso hace que acabarlo sea más gratificante. Sin dudas es el juego que mas desearía poder jugar en VR, si los cascos no estuvieran tan caros =(
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