lunes, 28 de diciembre de 2020

Daddy, daddy, get me out of here

Hace unos días estuve viendo Labyrinth otra vez, hacía casi 10 años que no la veía. Estuve fijándome en cosas que nunca me había fijado. Nunca le había prestado demasiada atención al principio de la película, pero cuando se muestra la habitación de Sarah (la protagonista) se pueden ver varios juguetes y adornos que representan cosas y personajes que luego se encuentra en su viaje; entre ellos se pueden ver varios recortes de revistas y fotos de David Bowie, lo que implica que ella se imagina al villano así al tener un crush por el músico. Interesting.

Esta es la primera vez que la veo como la metáfora del camino de la infancia hacia la madurez que se supone que es, y no como una película cool sobre mundos fantásticos y seres feéricos. Tengo opiniones al respecto, aunque no son nuevas.

Recordé una conversación que tuve con una amiga hace muchos, muchos años, por ahí a mediados de los 2000s. Ella (mucho mayor que yo) andaba quejándose de algo que uno de sus amigos había dicho y/o hecho (fue hace mucho, ya no recuerdo que pasó) y diciendo que "es un inmaduro"; y yo, confundida, le pregunté por qué usaba la palabra "inmaduro" como si fuera un insulto, si ella orgullozamente se autoproclamaba una "kidult".
Entonces ella me respondió, que madurar no tiene nada que ver con que dejen de gustarte las caricaturas o las cosas infantiles, sinó qie significa dejar de actuar como si fueras el centro del universo y empezar a considerar los sentimientos y las necesidades de los demás.

Creo que ese concepto se refleja bien en el viaje de Sarah, que comienza siendo una niña inmadura que hace un berrinche porque no tiene ganas de cuidar a su hermanito, y al final acaba haciendo lo imposible para salvarlo y adquiere ese tipo de madurez.

Mi problema es con la escena en la que Sarah cae en el basurero (después del baile de máscaras), sin recordar como llegó ahí o lo que estaba buscando, y aparece la señora de la basura y la entierra en sus propios juguetes y adornos y le dice que "esto es lo que estabas buscando, vuelve a tu habitación con tus juguetes y olvídate de tu misión". Y Sarah, al recuperar la memoria le responde "todo esto es basura, tengo que encontrar a mi hermanito". Y al final, al regresar al "mundo real" empieza a guardar sus juguetes en un cajón.

Detesto esas dos escenas con todas mis fuerzas, siempre las odié y creo que ahora las odio más que antes, porque representan ese "madurar significa que dejen de gustarte las cosas que te gustaban durante tu infancia" con el que no estoy nada de acuerdo; y si no fuera por eso, Labyrinth estaría entre mis películas favoritas. I mean, supongo que lo está pero... no tanto como debería.

2 comentarios:

  1. Ya te lo había comentado, tengo el mismo comentario respecto a Labyrinth. Aunque se guarda un lugar especial entre mi colección debido a que la primera vez que la vi tenía el mismo problema de Sarah, no quería cuidar de mi hermanita y me quejaba. Por lo que me sentía representada por ella y el querer escapar a un mundo maravilloso. Con la diferencia de que yo nunca botaría mis peluches :(, escena horrible!

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    1. Por supuesto, Labyrinth también guarda un espacio entre mis favoritas porque me encanta la estética, y Jareth. Pero yo definitivamente me hubiera quedado ahí ;)

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